El Concejal Mario Rodríguez insistió una vez en la necesidad de que, desde el Departamento Ejecutivo Municipal, se lleven adelante campañas para desalentar el uso de pirotecnia, advirtiendo sobre el peligro del uso de la misma, y las consecuencias en la salud.
“Hemos aprobado iniciativas legislativas por las cuales le solicitamos al Departamento Ejecutivo Municipal que promueva campañas de difusión para desalentar el uso de pirotecnia, e impulsamos la prohibición de la pirotecnia sonora. Lamentablemente, en algunos casos hemos chocado con la insensibilidad de un gobierno al cual el tema le es ajeno, y en otros casos hemos confrontado contra lobbys que han judicializado la cuestión, logrando algunos fallos judiciales a favor de sus pretensiones. Valoramos que, a pesar de todo, siguen en tratamiento proyectos en el sentido por nosotros propuesto, en el Concejo Deliberante y las Legislaturas, tanto Provincial como Nacional, que ojalá avancen en el 2019”, expresó el edil marplatense.
“En estas épocas del año, especialmente, debemos tener en cuenta a los enfermos que requieren del reposo y la tranquilidad, ya que los estruendos provocados por la pirotecnia atentan contra su salud, conduciendo al cuerpo a altos niveles de stress y el consiguiente aumento de la presión, los males cardíacos, los trastornos de orden mental, etc. También se debe tomar debida nota de lo nocivo que resulta el efecto sonoro de la pirotecnia en los bebés, los adultos mayores y las personas con discapacidad. Se han expresado al respecto diversos grupos de padres de chicos con autismo y otros trastornos, alertando sobre las consecuencias traumáticas del uso de pirotecnia, intentando crear conciencia sobre los efectos negativos que tiene el uso de los petardos y fuegos artificiales”.
“Además de los daños en la integridad física y psíquica de las personas, y de la contaminación acústica en el ambiente, la pirotecnia produce traumas y accidentes irreparables en la fauna urbana. En las aves, los fuegos artificiales pueden generar el abandono temporario o permanente del lugar, con el agravante de que, si los espectáculos se producen durante la temporada reproductiva, se corre un alto riesgo de producir el aborto de la temporada reproductiva de las aves. En el caso de las mascotas, debido a que su oído es diez veces más sensible que el humano, ante el estado de pánico que padecen por los estruendos, suelen precipitarse, se entorpecen sus sentidos y capacidades. Buscando huir de la traumatizante situación, intentan morder petardos que estallan en sus bocas y les ocasionan heridas o la muerte, o se pierden, con el lamentable perjuicio ocasionado a sus propietarios, “, afirmó Rodríguez.
