Los micros de larga distancia siguen sin ingresar al predio y los pasajeros descienden sobre la calle 9 de Julio. A pesar del caos vehicular, los comerciantes y vecinos de la zona comprenden el reclamo de los trabajadores.
La protesta que llevan adelante medio centenar de maleteros de la terminal de ómnibus para reclamar que el concesionario de la estación los contrate en relación de dependencia atraviesa su cuarto día y tiene repercusiones no sólo en el predio de Luro y San Juan, sino también los alrededores.
Si bien el reclamo gremial había comenzado el viernes con un bloqueo en los accesos a la terminal y los micros no podían acceder al predio, la medida de fuerza quedó desactivada pero los choferes continúan sin ingresar en solidaridad al pedido de maleteros, carreros y changarines.
De esta manera, los pasajeros ascienden y descienden de las unidades sobre la calle 9 de Julio, arteria que se convirtió en una verdadera terminal paralela, lo cual altera no sólo el tránsito, la vida diaria de quienes trabajan y viven en la zona.
Horacio, un carpintero que tiene su taller en calle Misiones casi 9 de Julio, admitió que por los cambios, sus clientes no se acercan al comercio porque “se complica para entrar” al local por la gran cantidad de personas que circulan por allí. Sin embargo, aclaró que tiene “empatía” y por eso comprende el reclamo gremial. “Es algo razonable lo que piden”, sostuvo y ratificó su apoyo a la medida. “Me afecta bastante pero como compañero de quienes reclaman, tenemos que ser solidarios, aguantar y seguir con la vida diaria como se pueda”, resumió.
La actividad de los taxistas también se vio alterada: al no ingresar micros a la terminal, los conductores improvisaron una parada de emergencia en Misiones, entre 9 de Julio y 3 de Febrero, para que los pasajeros no deban recorrer tanta distancia para abordar un auto. Luis, un taxista que desde hace años para en el lugar, reconoció que escucha quejas de la gente pero “también muchos que están de acuerdo con el reclamo”. “En este país estamos en un conflicto permanente, no hay solución a nada”, expresó.
Por último, Oscar, vecino de calle Italia entre 9 de Julio y 3 de Febrero, se mostró molesto por el caos de vehículos que provoca la medida de fuerza en la estación. “Este lío nos este afecta a todos y perjudica la imagen de la ciudad en esta época”, opinó.