Carlos Waispek, sobreviviente del hundimiento del Crucero General Belgrano, reflexionó con El Marplatense lo que significó ese acontecimiento, 37 años después.
Hoy, hace 37 años el Crucero ARA General Belgrano era hundido por los ingleses durante la Guerra de las Malvinas. Carlos Waispek, estaba allí y logró sobrevivir. En un nuevo aniversario, lo recuerda en diálogo con El Marplatense.
“No se si es que uno está más viejo – comenzó relatando Waispek -o más sensible por cada año que pasa, pero el dolor y la tristeza siempre está ahí por nuestros hermanos quedaron allí. Pero también siento emoción por la cantidad de gente que se multiplica cada año para homenajear a nuestros héroes”, dijo.
El 1 de mayo de 1982, el Belgrano recibió su “bautismo de fuego”, porque ocurrió el ataque británico aéreo en Malvinas. “A partir de ese día el submarino inglés nos había detectado y el 2 de mayo, nos dispararon tres torpedos. Nos pegaron dos. En el primer momento no nos dimos cuenta que nos habían atacado porque no sabíamos que estamos en una zona con barcos y aviones ingleses”, recordó el combatiente.
“Con un barco como el Belgrano – continuó – de 185 mts de largo, cañones, antiaéreos, lanzamisiles y con gran preparación, no sospechamos que un submarino podía estar siguiéndonos. Fue un momento de zozobra, a todos nos conmovió el segundo impacto donde nos dimos cuenta que nos estaban atacando”, relató.
Carlos escribió un libro (Balsa 44) sobre el que descargó “una mochila que llevaba adentro, repleto de horror, pánico y la alegría de salvarse”. Sus palabras llevan el mensaje de “nunca más una guerra”.
“Vivimos en un mundo donde lo primero que suscita en la violencia y el enfrentamiento, y nunca se llega a nada. El honor y orgullo de defender a nuestro país nadie nos lo quita, porque cualquier hubiera hecho lo mismo. No se justifica la guerra para reclamar el derecho de algo que es nuestro, si se puede hacer vía diplomática”, finalizó Waispek.
