
Lo aseveró el subsecretario de Movilidad Urbana, Dante Galván, replicando cuestionamientos de los representantes gremiales y de organizaciones sociales que participaron el lunes de una nueva mesa de trabajo para tratar el nuevo pliego de licitación del transporte urbano automotor.
El funcionario sostuvo que “la línea municipal no es una estrategia que le haya dado resultados a Rosario, donde no es testigo de nada, porque las líneas estatales que tiene no terminan siendo un referente de los costos de las restantes líneas”, añadiendo que “en Bahía Blanca tienen una línea municipal con 29 vehículos y , probablemente, haya un vuelco hacia privatizar alguna de esas líneas. La experiencia no ha sido buena en ciudades de este tamaño”.
Por otra parte, Galván comentó que “ante una situación de paro, en la medida en que uno tiene una línea testigo quiere salir a resolver el problema con la misma pero está claro que estamos hablando de una línea testigo que debe tener un gran volumen, una cierta cantidad de vehículos para cumplir con las condiciones mínimas de servicio. O sea estamos hablando de una línea testigo de un tamaño muy importante y de acuerdo a las experiencias que han tenido en ciudades como Rosario y Bahía Blanca, que ya no son de 50 mil habitantes sino que son de 300 mil o un millón de habitantes, está claro que no ha dado resultados”.
Asimismo, el titular del área de Movilidad Urbana reconoció que “en cuanto al control, hacemos lo que podemos porque no tenemos herramientas que controlen el actual sistema de transporte, que es malo y obsoleto”.
Galván concluyó, refiriendo que “la Facultad de Ciencias Económicas nos ha planteado que no es necesaria una línea testigo, sino que es preferible tener esa línea testigo pero desde el punto de vista matemático, como herramienta tecnológica, o sea como modelo no como línea testigo real”.