Se trata del tercer caso que ocurre en el distrito, siendo los otros dos en Otamendi. El fiscal Alejandro Peregrinelli indicó que reabrián líneas investigativas y no descartan que pueda tratarse de una secta.
El cadaver de un bebé de cuatro meses fue robado del cementerio de Miramar, en el que se convirtió en el tercer caso de este tipo que ocurre en el distrito en el último tiempo. Los otros dos habían ocurrido en Otamendi en el 2017.
“Es el tercer caso en poco tiempo en esta localidad. Un bebé de 4 meses, fallecido el 4 de julio, inhumaron los restos el 5, el lunes 8 su madre hace su primer visita, encontrando algunos datos indicativos de algunas maniobras sobre el féretro, al hallar el chupete del bebe y las cartas que depositaron en el interior los hermanos del menor”, señaló el fiscal de la causa, Alejandro Peregrinelli.
El cajón fue hallado sin signos de violencia, con dos de las cuatro mariposas con las que se cierra, por lo que se cree que fue realizado por “alguien que conoce como hacerlo, de forma limpia y con la sola presencia de este elemento que es el exterior”.
“Se recibieron declaraciones al personal del cementerio, que tiene la particularidad de ser virtualmente abierto hacia el fondo, lo que permitiría el acceso con personas con facilidad. El lugar está a 15 20 metros del lugar donde el sereno pernocta, que debió haber sido advertida la maniobra, que tuvo que llevar tiempo”, afirmó el fiscal.
Por último, indicó que se investigan “grupos que pudieran estar vinculados a algún tipo de rito de esta naturaleza”, algo que en las investigaciones previas ya había sido apuntado como posibilidad. “Al ser el tercero en poco tiempo, intentaremos profundizar la investigación”, concluyó.
