El incidente ocurrió en el complejo militar de Nyonoksa hace cinco días, cuando explotó el motor de un misil. Los niveles de rayos gamma registrados se encuentran entre 4 y 16 veces por encima de lo normal. Las autoridades locales recomendaron a la población abandonar el lugar.
Cinco días después de la explosión accidental del motor nuclear de un misil en la base militar de Nyonoksa , el Servicio Federal de Hidrometeorología y Vigilancia Ambiental de Rusia, conocido como Rosgidromet, informó que los niveles de radiación de la zona aumentaron considerable y rápidamente, por lo que se recomendó la evacuación de la población.
De acuerdo con la agencia rusa TASS, son 450 los pobladores del pueblo Nyonoksa, ubicado a 30 kilómetros de Severodvinsk, lugar que habría sido el más afectado por el incidente por su cercanía a la base militar. La recomendación se dictó a modo de precaución, porque este miércoles continuarán las pruebas de misiles.
El gobernador de la región, Igor Orlov, dijo ya estaba planificado el traslado de la población de cara a los ensayos nucleares, pero se cree que el accidente habría tenido influencia. En estos últimos días, se agotó el yodo en las farmacias, elemento utilizado para contrarrestar los efectos de la radiación.
Según la Rosgidromet, se registraron niveles de radiación gamma que oscilaron entre 4 y 16 veces por encima de los valores normales el 8 de agosto, cuando se produjo la explosión, pero se habrían estabilizado 90 minutos después. Este tipo de radiación es una de las más peligrosas para la vida tanto animal como vegetal.
Leonid Bolshov, miembro del Instituto de Seguridad Nuclear de la Academia Rusa de Ciencias, dijo a TASS que estos niveles no significan un riesgo para la población de la región de Arkhangelsk. La postura ha sido compartida por el gobierno ruso, que niega cualquier peligro para la población local.
Tampoco se han detectado aún señales de una posible diseminación de material radiactivo en el medio ambiente por fuera de Rusia. Ni la Autoridad Noruega de Radiación y Seguridad Nuclear ni la red de monitoreo británica RIMNET detectaron niveles fuera de lo normal dentro de sus respectivas zonas de monitoreo, indicó al portal especializado británico New Scientist.
Esto no significa que elementos radioactivos no lleguen a Europa, como ocurrió en 2017 con una enorme nube radioactiva presuntamente producida por un accidente en una central en Rusia, pero se espera que sean en niveles marginales.
La explosión, sin embargo, sí fue lo suficientemente fuerte como para ser detectada por la red de sensores y centros de monitoreo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), con sede en Austria.
Como recuperó Infobae, en el estallido del jueves en las instalaciones militares de Nyonoksa murieron cinco científicos nucleares y dos militares rusos y varios más resultaron heridos, según los últimos reportes oficiales. Se cree que fue causado por un accidente mientras el grupo trabajaba en un nuevo sistema de propulsión nuclear para el vanguardista misil de crucero 9M730 Burevestnik (Conocido como SSC-X-9 “Skyfall” en occidente).
Se trata de una tecnología de vanguardia con la que ningún país cuenta actualmente, aunque Estados Unidos sí intenta o ha intentado desarrollarla. Un sistema de propulsión nuclear permitiría al misil contar con un alcance prácticamente ilimitado, lo cual revolucionaría al mundo de las armas de destrucción masiva y la guerra nuclear.
Aunque lo moderno y avanzado de este sistema de armas subraya, también, las enormes dificultades en su desarrollo, como ha quedado evidenciado con este accidente. Así como también los problemas crónicas de falta de mantenimiento y deterioro en las Fuerzas Armadas de Rusia, que han sufrido numerosos incidentes, incluyendo el estallido de un arsenal de artillería y el incendio a bordo de un submarino de propulsión nuclear, en los últimos meses.