La víctima del ataque salvaje fue identificada como Adrián Macauda, de 37 años. Por el momento, hay un menor de 16 años al que se le adjudica la tenencia de los perros.
Querían cambiar de aire, eligieron la costa y no lo dudaron: aprovecharon el comienzo de las vacaciones de invierno para alquilar un departamento en Miramar y pasar unos días distintos, con esa sensación única que siempre ofrece la cercanía del mar.
Ése era el plan que se había propuesto con su papá Adrián Macauda, el joven de 37 años que falleció en horas de la madrugada de este sábado en el Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) tras ser atacado por una jauría.
Fuentes judiciales confirmaron que la víctima era oriunda de la ciudad santafesina de Rosario, y que había llegado hace poco tiempo a la vecina localidad, en busca de distensión.
Por estas horas, el ataque que terminó con la vida de Macauda sigue en plena etapa investigativa para esclarecer todas sus circunstancias. En la tarde del viernes, el joven le dijo a su padre que iba a caminar solo por la costa y se despidió.
Sin embargo, el hombre fue blanco de una jauría de tres pitbulls en la zona delimitada por las calles 31, entre 68 y 70, que está a más de cinco kilómetros de la costa. Por eso, una de las cuestiones que intenta determinar la Justicia es cómo llegó el hombre hasta ese barrio, teniendo en cuenta que no es oriundo de la ciudad.
En un principio, la causa por el hecho llegó a manos de las autoridades turno de la Fiscalía de Delitos Culposos pero rápidamente se trasladó al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. La razón de este cambio es porque se le adjudicaría a un menor la tenencia de los perros que atacaron a Macauda.
Las fuentes confiaron que se trata de un adolescente de 16 años que vive con su novia en la zona, y que ya ha tenido algunas intervenciones por parte del personal de Minoridad. El testimonio que aportaron algunos vecinos es, hasta ahora, el único sostén de prueba que vincula la responsabilidad del joven para con los canes.
“Todavía no se sabe fehacientemente si los perros son de él o si solamente lo seguían por alguna otra razón. Porque además son pitbulls que están muy delgados, que casi parecen estar en situación de calle. En esa zona hay como ocho perros sueltos también”, se explicó.